Un plan de gobierno con bandera ideológica: Ariel Robles apuesta por la agenda LGTBI y esquiva preguntas incómodas
Un plan de gobierno con bandera ideológica: Ariel Robles apuesta por la agenda LGTBI y esquiva preguntas incómodas
El candidato del Frente Amplio, Ariel Robles, defiende un plan de gobierno que concede un peso notable a la agenda LGTBI con propuestas explícitas como los denominados “Juegos Diversos” y la postulación de Costa Rica como sede de los Gay Games 2030, mientras esquiva, relativiza y confunde cuando se le pregunta por prioridades reales del país.
Desde el inicio de la entrevista con Impact Channel, Robles negó que su objetivo sea polarizar. Sin embargo, sus respuestas posteriores muestran una mezcla de evasión y justificaciones blandas que no responden al núcleo del cuestionamiento: ¿por qué dedicar tanto espacio del plan a políticas identitarias cuando problemas como la seguridad reciben poca concreción?
“Cada vez que se agarra a la población sexualmente diversa como un tema para dividir votantes, lo único que se logra es división y dolor. Nosotros no tenemos ese cometido”, afirmó Robles. (Entrevista con Impact Channel).
Esa defensa choca con el propio contenido del documento que respalda su candidatura: en el plan se promueven medidas específicas para el sector LGTBI incluyendo iniciativas deportivas y programas laborales dirigidos a personas trans, mientras que asuntos como la seguridad aparecen tratados de forma escasa y genérica. La asimetría entre el volumen de propuestas y la gravedad de los problemas que afectan a la mayoría de los costarricenses es evidente y preocupante.
Cuando se le preguntó directamente por la desproporción “¿por qué hay 10 páginas de este sector y solamente 4 de seguridad?” Robles no ofreció una justificación sustantiva: minimizó el dato y se refugió en una explicación retórica sobre calidad versus cantidad.
“La población LGTBIQ+ no se puede definir por páginas… lo importante es en concreto el tema de las ideas y las propuestas”, respondió Robles, sin explicar por qué la seguridad, tema que preocupa diariamente a millones de costarricenses, aparece relegada en el texto programático. (Entrevista, Impact Channel).
Más grave aún: sobre el uso de fondos públicos para insertar variables de identidad de género y orientación sexual en las encuestas del INEC, Robles lanzó respuestas vagas y poco responsables. Al ser consultado si eso implicaría gasto estatal, su respuesta fue lacónica y desconectada del debate central:
“Eso ya existe… el gobierno de Rodrigo Chaves, si se tiene que hacer una encuesta, dice hombre, mujer u otros… y sí, serían todos con fondos públicos. Hoy se hace. Todas las personas LGTBI pagan impuestos.” (Entrevista, Impact Channel).
Esa respuesta no resuelve las dudas sobre prioridades presupuestarias ni sobre la pertinencia técnica de nuevas variables en instrumentos oficiales: Robles bordeó la pregunta tratando de convertirla en un argumento de legitimidad fiscal (“todos pagan impuestos”) en lugar de explicar para qué servirían esos datos, cómo se financiarían ni por qué eso merece prioridad frente a otras necesidades urgentes.
Los pasajes de la entrevista dejan varias impresiones claras:
1. Defensa ideológica, poca justificación técnica. Robles repite principios generales (respeto, derechos humanos), pero evita entrar en detalles operativos o en la justificación por prioridad estatal de las medidas que propone.
2. Evasión frente a números y prioridades. Al confrontarlo con la diferencia de extensión entre los ejes del plan (LGTBI vs. seguridad), su respuesta evita asumir responsabilidad o explicar la lógica que legitima ese orden de prioridades.
3. Uso de fondos públicos sin explicación. Afirmar que “ya existe” o que “todo el mundo paga impuestos” no sustituye una explicación sobre impacto presupuestario, criterios técnicos o beneficios concretos para la población en general.
Mientras tanto, en el terreno público ya circulan artículos y piezas informativas que resumen estas propuestas (Juegos Diversos, postulación a los Gay Games, planes de empleo enfocados) y que confirman la materialidad de lo que Robles minimiza en la entrevista.
Si la campaña del Frente Amplio pretende vender inclusión como su bandera, la conducta del candidato en esta entrevista sugiere otra lectura: priorizar una agenda identitaria y simbólica sobre problemas cotidianos y ofrecer respuestas vagas cuando se le reclama concreción. Las propias palabras de Robles —sus defensas generales, sus minimizaciones y su falta de datos concretos— son ahora el material con el que los votantes deben evaluar su proyecto.



