Expertos aseguran que hay preocupación en familias por exceso de tecnología en los niños
Cada vez más voces advierten sobre el impacto que la tecnología está teniendo en la niñez. Aunque los especialistas coinciden en que no se trata de eliminar su uso, sí alertan sobre la necesidad de establecer límites claros y promover un desarrollo más equilibrado.
Catalina Chaves, directora de la Fundación Casa de los Niños, explica que en diferentes partes del mundo se están tomando medidas para frenar la exposición temprana a dispositivos y redes sociales, especialmente para los más pequeños.
“Lo vemos en las nuevas corrientes; en Australia están prohibiendo que los niños puedan tener redes sociales antes de los 16 años”, señaló Chaves.
En Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública también ha dado pasos en esa dirección, con nuevas directrices que limitan el uso de teléfonos dentro de las aulas, buscando mejorar la concentración y fomentar un ambiente educativo más saludable.
“Lo vemos hoy en las nuevas directrices del Ministerio de Educación Pública diciendo que los niños ya no pueden usar teléfonos en la escuela”, añadió la directora.
Para Chaves, estos cambios reflejan una toma de conciencia creciente sobre los efectos que el uso excesivo de pantallas puede provocar en el desarrollo físico, social y emocional de los niños.
“Vemos que la sociedad se está dando cuenta del daño enorme que le estamos haciendo a nuestros niños”, afirmó.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés menores de un año no deberían tener tiempo de pantalla sedentario, mientras que los niños de 1 a 2 años deben limitarlo al mínimo y los de 3 a 4 años no deberían pasar más de una hora al día frente a pantallas de ocio. Estos lineamientos buscan proteger el desarrollo motor, cognitivo y emocional en los primeros años de vida.
“No necesariamente son los niños pequeños los que la tienen que tener”, apuntó Chaves, enfatizando que la tecnología no está diseñada pensando en ellos. “Los niños necesitan sol, necesitan salir a la calle, necesitan ensuciarse, necesitan correr, necesitan tener vida de niños”, añadió.
Chaves advierte que la tecnología puede ser una aliada si se utiliza de forma responsable y supervisada, pero que su exceso puede afectar seriamente la infancia. El mensaje es claro: la sociedad debe acompañar a los niños para que la tecnología sea una herramienta, no un sustituto de su tiempo de juego y desarrollo.