Presidente Chaves se defiende de ataques de las universidades públicas y acusa una “estructura dedicada a golpear al Gobierno”
El presidente Rodrigo Chaves se defendió de las universidades públicas y el Consejo Nacional de Rectores (Conare), señalándolos de operar políticamente contra su administración. En un extenso discurso, el mandatario afirmó que estas instituciones “detestan a este Gobierno” porque —según él— su gestión no accede a entregar aumentos presupuestarios más allá de la inflación.
“Ellos se acostumbran a malbaratar y malgastar plata, a darse salarios de 20 millones de pesos”, dijo Chaves, quien insistió en que su Gobierno solo otorga al Fondo Especial para la Educación Superior (FES) el incremento constitucional correspondiente a la inflación. A esto sumó críticas directas al rector de la UCR y al propio Conare, a quienes acusó de resistirse a la rendición de cuentas.
El mandatario fue más allá y señaló, sin presentar evidencia, que existe una “estructura” dentro de la academia dedicada a atacar a su Gobierno. Mencionó al Estado de la Nación, al Semanario Universidad y al Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) como ejemplos de lo que calificó como “las estructuras más torpes y caras” asociadas a las universidades públicas.
“Una de las más torpes y caras es el Estado de la Nación, el reporte en el que se persina la casta”, expresó, además de descalificar a su personal con referencias personales y apodos. Sobre el CIEP, Chaves aseguró que las encuestas “siempre me bajan de 10 a 13 puntos”, atribuyendo los resultados a presuntas filiaciones políticas: “Me vale, me resbala”, añadió.
También arremetió contra el Semanario Universidad, al que calificó como un medio que “solo ataca al Gobierno” y cuestionó que reciba recursos del FES. Señaló a su directora y vinculó al medio con el Frente Amplio, nuevamente sin sustentar la afirmación.
Chaves incluso utilizó una comparación polémica al afirmar que la UCR “ordeña y sangra” al país, como supuestamente hacen los maasai con su ganado. Con esa metáfora justificó su argumento de que las universidades usan recursos públicos sin controles suficientes.
El presidente cerró planteando la necesidad de revisar los alcances de la autonomía universitaria: “Habrá que revisar que la autonomía se limite a lo que debe ser: libertad de cátedra y nombramientos, pero que tengan que dar cuentas con respecto a los recursos públicos”.
El discurso marca un nuevo punto álgido en la confrontación entre el Ejecutivo y las universidades públicas, en momentos en que la discusión sobre el FES y la gobernanza de la educación superior requiere diálogo técnico, pero termina absorbida por acusaciones personales, tensiones políticas y un clima de creciente polarización.



