Mario Zamora señala vacíos legales como factor clave en la crisis de seguridad que enfrenta Costa Rica
Costa Rica atraviesa uno de los momentos más complejos en materia de seguridad ciudadana, marcado por un aumento sostenido de la criminalidad, especialmente de los homicidios vinculados al sicariato y a las bandas criminales. Para el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, el problema de fondo no radica en la falta de acción policial, sino en las debilidades estructurales del sistema penal y en la ausencia de reformas legales urgentes.
Según explicó el jerarca, la Fuerza Pública ha intensificado su labor operativa como nunca antes. De hecho, este año se registra un récord histórico en el número de aprehensiones, lo que evidencia —a criterio del ministro— una policía activa y trabajando al límite de sus capacidades. Sin embargo, Zamora aclara que estas cifras no corresponden a personas distintas, sino que en muchos casos se trata de los mismos individuos detenidos en múltiples ocasiones.
“Hay sujetos que han sido detenidos 30, 40, 50 y hasta 60 veces por la policía”, señaló Zamora, quien subrayó que esta realidad es ampliamente conocida por la ciudadanía gracias a la cobertura de los medios de comunicación, que muestran cómo muchas de estas personas recuperan su libertad apenas 24 o 48 horas después de ser capturadas.
Para el ministro, esta situación revela una necesidad urgente de reformar la legislación penal, especialmente aquella dirigida a combatir el sicariato y las estructuras criminales organizadas. En ese sentido, cuestionó que durante más de dos años la Asamblea Legislativa haya tenido en su conocimiento un proyecto de ley que busca endurecer las penas contra los sicarios, sin que este haya avanzado, pese a la gravedad del contexto de violencia que vive el país.
Zamora también hizo referencia al trabajo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuyos funcionarios, según indicó, reportan el mayor número de allanamientos realizados en un solo año. Aun así, esa “hiperactivación policial”, tanto de la Fuerza Pública como del OIJ, no se ha traducido en una reducción significativa de los homicidios, el indicador que más preocupa a las autoridades y a la ciudadanía.
“Si la policía está actuando al máximo de sus capacidades, la gran pregunta es por qué eso no se refleja en una disminución sensible de los homicidios por sicariato”, planteó el ministro.
Desde la óptica del Ministerio de Seguridad, la respuesta apunta a un desfase entre el esfuerzo operativo del Ejecutivo y el marco legal vigente, que limita la capacidad del Estado para mantener fuera de las calles a personas vinculadas reiteradamente con delitos graves.
Zamora insistió en que el combate contra la criminalidad no puede recaer únicamente sobre la acción policial, sino que requiere decisiones legislativas que acompañen y respalden el trabajo de las autoridades en el terreno.
Mientras esas reformas no se concreten, advirtió, Costa Rica seguirá enfrentando un escenario en el que la detención constante de delincuentes no logra frenar la violencia que golpea al país.



