Gobierno concluye con éxito negociación del TLC con Israel mientras grupos sindicales e ideológicos lanzan plataforma sin sustento técnico
El ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar Rivera, confirmó recientemente que Costa Rica e Israel concluyeron con éxito la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), un proceso que el Gobierno destaca como estratégico para impulsar la innovación, atraer inversión y fortalecer la relación con una de las economías tecnológicas más avanzadas del mundo.
El avance fue recibido positivamente en sectores productivos y empresariales, que ven en Israel un aliado clave para el crecimiento nacional. Tovar ha insistido en que el acuerdo se trabajó con rigor técnico, siguiendo los estándares internacionales de transparencia y procedimiento que caracterizan la política comercial costarricense.
Sin embargo, este paso adelante generó la reacción de diversos colectivos sindicales, grupos estudiantiles politizados y organizaciones de izquierda, que anunciaron la conformación de una “Plataforma de Lucha contra el TLC con Israel”. Estos sectores aseguraron que buscarán detener la aprobación del tratado en la Asamblea Legislativa.
A pesar de sus fuertes declaraciones, los argumentos presentados por la plataforma se basan principalmente en consignas ideológicas y acusaciones políticas, sin acompañarse de estudios económicos, comparaciones de impacto ni análisis técnicos que sustenten sus señalamientos.
El movimiento acusa al tratado de “lavar la imagen” de Israel y de profundizar la desigualdad social en Costa Rica, pero estas afirmaciones no incluyen evidencia ni documentos formales que las respalden. Además, cuestionan la “falta de transparencia” del proceso, pese a que los tratados comerciales, como es habitual en el derecho internacional, presentan sus textos completos al llegar a la fase legislativa.
El Ministerio, por su parte, recalca que el acuerdo con Israel abre oportunidades reales en sectores como tecnología, agricultura avanzada, ciberseguridad, servicios y cooperación científica, áreas en las que Israel es líder global. Tovar ha defendido el proceso como un paso responsable, orientado al desarrollo y basado en criterios técnicos, no ideológicos.
Dentro de la plataforma opositora figuran organizaciones que históricamente han rechazado tratados comerciales —como sindicatos del sector público, agrupaciones universitarias y colectivos de izquierda—, lo cual explica la naturaleza del discurso utilizado, centrado en consignas más que en evaluaciones objetivas del TLC.
Ahora, el acuerdo será remitido a la Asamblea Legislativa, donde se espera que su análisis se realice con base en criterios económicos, de apertura comercial y de beneficio nacional, dejando de lado narrativas que no estén sustentadas en datos verificables.



