Diputados corren para aprobar proyectos antes del “congelador” del Ejecutivo
Aunque algunos sectores perciben que la Asamblea Legislativa está frenada, el panorama es más complejo. Según el analista político Daniel Calvo, los diputados están en una carrera contrarreloj para aprobar la mayor cantidad de proyectos posibles antes de que inicie el periodo de sesiones extraordinarias, cuando el Poder Ejecutivo asume el control de la agenda legislativa.
“Algunas personas, sobre todo aquellas que miran la actividad legislativa desde afuera, podrán pensar que esta se encuentra frenada y ciertamente existe algún freno, sobre todo en el caso del proyecto de jornadas”, explicó Calvo.
El analista señaló que existen temas puntuales detenidos, como el proyecto de jornadas 4-3 o el de FONARROZ, debido a la falta de impulso del Ejecutivo. “Por ahí también hay algunos proyectos, como por ejemplo el de FONARROZ o algunos otros, donde el Ejecutivo ha venido pues pateando la bola hacia adelante, entendiendo que viene un periodo de sesiones extraordinarias, noviembre, diciembre y enero, y que ahí él podrá meterlos en el congelador”, agregó.
Ese “congelador” legislativo es lo que preocupa a los congresistas, quienes saben que durante las sesiones extraordinarias solo el Gobierno puede definir qué se discute y qué no. Por eso, en las últimas semanas de sesiones ordinarias, se ha visto una agenda cargada y sesiones maratónicas para intentar avanzar en votaciones de proyectos de ley.
“Los diputados han estado al menos en esta última semana de sesiones ordinarias en un correcorre, intentando ver hasta 23 segundos debates, 29 primeros debates, como se intentó el día de hoy en la sesión extraordinaria de la mañana”, detalló Calvo.
El analista advirtió que, una vez iniciado el periodo extraordinario, el avance legislativo podría reducirse drásticamente, ya que el Ejecutivo priorizará únicamente sus iniciativas. “Los diputados están conscientes de que muchos proyectos que desean apurar y aprobar difícilmente vayan a ser convocados por el Ejecutivo. Ahí entraremos en un freno muchísimo mayor, donde los proyectos que caminarán serán únicamente los que el Poder Ejecutivo decida convocar”, concluyó.
En resumen, aunque la Asamblea parece frenada desde afuera, por dentro vive sus últimas semanas de intensa actividad antes de que la agenda legislativa pase —literalmente— al “congelador” del Gobierno.



